25 cosas que he aprendido en 27 años

Si estas leyendo éste artículo es porque posiblemente tú también te encuentres en una etapa de cambio, o quieres comenzar un cambio. Estas indagando en Internet sobre cómo otras personas han abordado cambios y sobre todo, lo que han sacado de esto.

Bien, en este artículo voy a hablarte justo de eso, de las cosas que he aprendido por haber hecho muchos cambios en mi vida.

Se que hubiera quedado un mejor título de 27 cosas que aprendí en 27 años, pero no recuerdo mis dos primeros años de vida, y si me apuras, hasta los 5 años de edad prácticamente no tengo recuerdos, así que dejémoslo en 25 cosas que además es un título atractivo.

  1. La familia es lo primero. Puede ser que en algunos momentos de tu vida sientas que tus padres están en otra órbita, que no te entienden y que nada tienes que aprender de ellos. Muchas veces es cierto, y sinceramente creo que en épocas como la adolescencia nadie se reconoce a uno mismo, ni siquiera tus padres son capaces de reconocerte, así que deja que el tiempo pase. Y sí, tu familia y más en concreto tus padres, son las personas que de forma incondicional van a hacer todo lo posible por ti.
  2. Tu pareja es tu equipo así que cuídale. La mitad de mi vida me la he pasado con pareja estable. Me considero una persona que necesita de un “compañero de viaje” con el que compartir mi día a día y he pasado por diferentes relaciones hasta que he llegado a una que me hace realmente feliz. Me he dado cuenta de que cuando llevas tu relación a un punto de compromiso real, estás creando el proyecto más bonito de tu vida y cuidar de esa otra persona es fundamental.
  3. El tiempo cura absolutamente todo. Cuando estas metido en el ojo del huracán el mundo gira sin ningún sentido y te sientes un pelele del destino, sin embargo, mi abuelo tenía un dicho para esto “no hay mal que cien años dure”. Piensa en los problemas que para ti eran un mundo cuando eras más joven y analízalos ahora con perspectiva. Si piensas que te preocupaste sin razón de muchas cosas, lo mismo te sucederá cuando más adelante analices los problemas actuales. Siempre habrá problemas, pero saberlos llevar es un arte.
  4. Te romperán el corazón, pero incluso de eso aprenderás algo. Ya sea una de tus primeras relaciones o un amigo, a todos nos ha pasado alguna vez que nos han roto el corazón. Lo importante es lo que sacas de eso, de lo que aprendes durante ese tiempo en el que te sientas de frente a ti mismo y dices: ¿y ahora qué? Aprovecha para lamerte tus heridas y crear una relación fiel contigo mismo.
  5. Quiérete a ti mismo para después querer a los demás. Muchas personas dejan su felicidad pendiente de la de otras personas, sin embargo recuerda que la felicidad parte de ti mismo/a, así que quiérete primero, se feliz contigo mismo y después quiere al resto. Seguro que le quitarás un peso de encima a tu compañero/a si sabe que tu felicidad no depende de él o ella.
  6. Tu instinto funciona mejor de lo que crees. Los seres humanos llevamos como 2,4 millones de años evolucionando y mejorando nuestro instinto. Déjate guiar por él en ocasiones porque es nuestro sistema de supervivencia que más tiempo de I+D+i lleva a sus espaldas. Cuando tu instinto te diga que no a algo, hazle caso.
  7. Abraza tu pasado para crear un mejor futuro. Muchas personas quieren dejar atrás su pasado, olvidarse de él, cambiar por completo y empezar de cero. Eso no ocurre nunca. Los puntos solo se unen hacía atrás, así que entiende cuáles son esos puntos, y trabaja por que los nuevos puntos que vengan sean los que tú deseas para tu futuro.
  8. No trabajes en lo que no te gusta. A menos que seas de la realeza, heredes un imperio millonario o te toque la lotería, tendrás que trabajar para comer. Vas a dedicar muchas horas en hacer algo que te permita lograr el estilo de vida que quieres y que estás dispuesto a lograr. Así que al menos, intenta que sea algo que te guste. De verdad, trabajar en algo que no te guste solo por dinero no merece la pena, los años que pierdas haciendo cosas que no te gusten no van a volver. Yo dejé un trabajo que no me motivaba por hacer algo que me apetecía hacer y después de varios meses puedo decir que es la mejor decisión que tomé en toda mi vida.
  9. Trabaja para ti mismo y si no puedes, trabaja para una persona o empresa en la que creas. Si no trabajas por tus propios sueños, terminarás trabajando por los sueños de otros. Eso no tiene porqué ser malo en un principio, siempre y cuando creas en los sueños de ese otro. El dueño de tu trabajo será la persona que te paga, así que si no crees en esa persona, si no te gusta que sea esa persona a la que enriqueces con tu trabajo, no sigas trabajando para ella.
  10. No dediques más tiempo al trabajo del necesario. Todo el tiempo que dediques al trabajo nunca te será recuperado y posiblemente tampoco te lo agradezcan como es debido, así que intenta no quedarte más horas de las que debes.
  11. Dedica tiempo a aquellas personas que te demuestran que te quieren. El mayor valor que tienes en tu vida es tu tiempo, y lo que mejor puedes ofrecerles a tus amigos, a tu familia o personas a las que quieres es tu mayor tesoro: tu compañía. Pero la real. No la falsa que nos hemos inventado con esto de Instagram, WhatsApp, etc. No cambies jamás una conversación telefónica por un cena con tus amigos. Con comida de por medio es como se crean las relaciones de verdad.
  12. Cuida de tus amigos como te gustaría que ellos cuidaran de ti porque algún día lo harán. Quiérelos por cómo son y por cómo te hacen sentir cuando estas con ellos, y no por como te gustaría que fueran o por lo que puedes sacar de ellos. Eso no es la amistad, eso es el interés, los contactos y toda esa basura de relaciones que únicamente sirve para que la gente mísera crea que tiene vida social. Aviso: los contactos y la vida social no son tus amigos.
  13. Muestra tus sentimientos. Llora si te apetece, en público, en el metro, donde te de la gana. Cuando murió mi abuelo no lloré ni una lágrima, pero por dentro me estaba ahogando. Los seres humanos tenemos uno de los sistemas emocionales más complejos. ¿Porqué debemos parecernos a un robot sin emociones y al mismo tiempo desarrollar inteligencias artificiales que tengan emociones? Absurdo. Seamos humanos y riamos cuando estemos felices y lloremos cuando estemos tristes.
  14. No hieras los sentimientos de otros intencionadamente. Hacer daño a otra persona intencionadamente es mezquino y cruel. Mide tus palabras cuando creas que pueden hacer daño a otra persona, pero tampoco te pases de políticamente correcto, porque en Internet siempre habrá alguien que pueda sentirse ofendido y tampoco hemos venido al mundo para agradar a todos.
  15. Disculparse a veces no sirve de nada. Siempre digo que una disculpa a tiempo vale muchísimo, sin embargo hay ocasiones en las que o bien es muy tarde o la otra persona directamente es un capullo y no va a aceptar una disculpa. Si es ese el caso, pues nada, a continuar con tu vida. Y vuelves al punto 3 de artículo.
  16. Nunca pares de estudiar. Un error muy común es que después de habernos pasado un tercio de nuestra vida estudiando, cuando terminamos, cerramos el libro, colgamos nuestro título universitario en la pared y hasta ahí llegó nuestra etapa de formación. Eso no puede ser así, el ser humano está en continua formación, aprendizaje y nuestro cerebro necesita “comida” que llevarse y almacenar. Apuntate a un curso de fotografía, aprende a hacer sushi, o el arte floral japonés. ¡Haz lo que quieras pero que tu cerebro no pare de estudiar y de aprender cosas!
  17. Gasta dinero en viajar y no en cosas. Ésta frase me la debería tatuar en el brazo porque durante muchísimo tiempo he estado haciendo justo lo contrario. Recuerdo que mi abuela me dijo una vez “las cosas son para siempre y andar de un lado para otro se termina olvidando”. No puedo estar más en desacuerdo contigo, abuela.
    Posiblemente olvide todos los detalles de mi viaje por China, o mis 24 horas en Dubai, la peor ciudad que he visitado jamás, pero al menos sabré que he estado ahí y de todas esas experiencias siempre he aprendido algo. En China aprendí que aunque nos separen miles de kilómetros, seamos de culturas diferentes, nuestros sueños son los mismos y al final esta lista incluso podría servirle a una persona octogenaria de una aldea en China.
  18. Lee todo lo que caiga en tus manos. La forma más barata de viajar es leer principalmente porque aprendes muchísimas lecciones, vives vidas que jamás podrías vivir (lo siento pero la reencarnación es demasiado para mi), y viajas a sitios increíbles. Adoro leer, ya sean libros, artículos en Medium o tuits. Además, la lectura es la mejor gasolina para tu cerebro.
  19. Si vas a gastar dinero en cosas, al menos que estas sean buenas. Me he mudado 4 veces de casa en los últimos 2 años, y ésta última vez me he mudado incluso de país. Tener pocas cosas me ha hecho apreciar el valor de tener lo justo, pero que estas cosas sean las que quiero. Prefiero tener unas buenas tijeras que hagan su función de cortar y no unas malas tijeras que dejen de funcionar. Prefiero tener poca ropa que me quepa en una maleta que tener un armario lleno de ropa que me quede mal.
  20. La televisión es basura para el cerebro. No sé qué ha sucedido con la televisión, no se si siempre ha sido así o es que directamente ya no aguanto la basura que ponen. Me niego a ver cómo unos tertulianos comiendo yogurt se pelean por lo sucedido en Gran Hermano. Lo siento pero no quiero malgastar mi tiempo en eso. Sin embargo sí que quiero emplear mi tiempo en ver Juego de Tronos, Orange is the New Black, Big Little Lies o la nueva peli de Sofia Coppola. A pesar de The Bling Ring sigo queriendo a Sofía Coppola.
  21. Se compasivo con las personas y con el resto de seres vivos. No creo en la reencarnación, pero sí creo en el karma o al menos mi forma libre de creer en el karma como una fuerza que rodea todo y que se basa en las acciones individuales de las personas. Si eres bueno con otros, la vida te devolverá bondad de un modo u otro, si te comportas como un completo capullo, pues quizás las cosas no te vayan tan bien. Solo quizás.
    He decidido ser compasivo con otros seres humanos porque creo que la naturaleza humana es buena y que la bondad no es la finalidad sino el camino. Eso lo dijo Gandhi pero quedaba genial la frase aquí.
  22. Medita. Esta lección la aprendí después de que cogieran mi corazón y lo metieran en una batidora y se lo dieran de comer a los tiburones. Sabía que mi felicidad debía depender de mi mismo (punto 4 y 5) y siempre me atrajo el budismo como forma de vida. Hice un retiro budista en un templo y me enseñaron a meditar, a encontrarme a mi mismo y hablar conmigo mismo cara a cara y darme cuenta de que con perspectiva se puede atajar todo. Meditar es algo inherente al ser humano. Los budistas lo hacen, los gregorianos lo hacen, e incluso las tribus en África meditan. Lo que ocurre es que la sociedad occidental teme que por un momento cerremos los ojos y dejemos de ver esos letreros luminosos que nos ciegan y nos impulsan a comprar cosas que no queremos para llevar vidas esclavas. Cierra los ojos, respira y medita. Repítelo cada noche y verás como eres más feliz.
    No lo digo yo, lo dice Dan Harris en su libro de 10% happier. Sí, éste fue el tío al que le dio un ataque de pánico en medio de su programa de televisión.
  23. Duerme. Mi madre dice siempre que durmiendo se curan todos los problemas. Intento dormir todos los días 8 horas y créeme que lo consigo. El día tiene 24 horas así que 8 horas para trabajar, 8 horas para dormir y otras 8 horas para hacer cosas completamente random creo que está bien. Dormir ayuda a concentrarte en las tareas del día a día, a fijar los conocimientos que hayas aprendido durante ese día y además relaja, libera de problemas y da gustito dormir bien. Ahora hay una tendencia que se está extendiendo cada vez más llamada “El club de los 5”, y básicamente consiste en despertarse alrededor de las 5:30 todos los días. No creo que esto sea ni sano ni sostenible a largo plazo. Como dice el refranero español: “No por mucho madrugar, amanece más temprano”. Amén.
  24. Haz ejercicio. Solo tenemos un cuerpo con el que atravesar esta vida así que cuídalo. Como decía antes, el ser humano lleva toda su vida moviéndose para sobrevivir y en los últimos 100 años hemos pasado de ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente, a ganárnoslo frente a una pantalla de ordenador con el único movimiento de nuestros dedos tecleando frente a una pantalla. Esto no es sano. El cuerpo necesita movimiento, por eso una hora de ejercicio al día no viene nada mal. Yo me considero una persona con tendencia sedentaria, sin embargo me estoy forzando para hacer ejercicio y desde que lo he incluido como parte de mi rutina me siento mejor, tanto mental como psicológicamente. Los griegos ya lo decían “mente sana en cuerpo sano”, y ¿quién no quiere un cuerpo como el de las esculturas griegas?
  25. Cuida tu aspecto físico. El ser humano es vanidoso. A nadie le gusta que le digan “qué feo estás”, menos cuando es Halloween. Y como esto sucede solo una vez al año, debemos convivir con un espejo y una sociedad obsesionada con la imagen durante los 364 días restantes. Cuidar de tu aspecto físico significa cuidar de ti mismo y de quererte. Y eso es increíble. Una cosa diferente es construir una vida alrededor del aspecto físico, como le está sucediendo a muchos Instagramers, que eso no es sano. Recuerda que en el equilibrio está la clave.

Quizás podría haber incluido un par de cosas más, pero ya la enumeración no me hubiera quedado con un número tan bonito como es el 25. Posiblemente no hubieras hecho click en éste artículo si hubieras visto un 27 y no habrías llegado hasta el final. Si éste es tu caso, has llegado hasta aquí y estas de acuerdo con alguno de los puntos antes mencionados, dale a las palmitas. A todo el mundo nos gusta que nos aplaudan un poco (¡punto 25!)

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