Si querías tener una de las mejores cámaras del mercado en un teléfono móvil hasta hace poco tiempo tenías que irte a los 700 euros en adelante y por ese motivo lo que ha hecho Google con este Pixel 3a es algo realmente único en su especie: una cámara sobresaliente en un teléfono decente.
Cuando hablamos del Pixel 3a es inevitable compararlo con su hermano mayor el Pixel 3 que fue lanzado en octubre. El diseño es prácticamente idéntico a este, sin embargo los materiales con los que se ha construido sí que son muy distintos.
En este caso nos encontramos con un teléfono que deja los materiales de la alta gama a un lado, y tenemos una cubierta de plástico o de policarbonato.
Sigue teniendo una parte trasera con dos texturas, una rugosa que permite sujetarlo mejor y que las huellas no se noten tanto y una capa superior brillante. El lector biométrico siguie colocado en la parte de atrás como en todos los teléfonos de Google desde el primer Pixel.
En la trasera también nos encontramos con una sola cámara. Esta rareza me parece llamativa en 2019, el año en el que los teléfonos han pasado de tener dos cámaras a tener de forma habitual tres o incluso en algunos casos hasta cinco como sucede con el Nokia 9 PureView.
Y como guinda del pastel en el listado de cosas anacrónicas de un teléfono en 2019 está la salida de audio 3.5mm. Es como si Google hubiese dicho: “en el Pixel 3 eliminamos el Jack de audio y solo damos la opción de audio inalámbrco, que es más premium, pero este que es low cost sí que lo ponemos”. Personalmente esto me parece un punto a favor del Pixel 3a porque los auriculares con esa entrada de audio son más económicos y tienen una buena calidad.
Pero esta tendencia de que las cosas sean con cables va más allá de la salida de audio. Han eliminado la carga inalámbrica del Pixel 3 y han hecho que este se cargue a través de USB-c en la parte inferior. En esta parte además tenemos uno de los altavoces del teléfono; el otro nos lo encontramos en la parte superior de la pantalla.
La pantalla es un panel OLED con unos buenos colores y una densidad de pixels decente. No he tenido los problemas que tuve con el Pixel 3 que comenté en su día de que veía los colores separados, como si estuviera mal calibrado. No es este el caso porque veo todo correctamente y eso me hace pensar que el primer Pixel 3 que tuve estaba defectuoso a pesar de lo que dijo el servicio técnico.
Quizás sí que tiene un tinte algo cálido, pero a mi personalmente me gustan este tipo de paneles más amarillentos aunque la calibración no sea perfecta.
Tiene la opción de la pantalla de “Always On” en el que tendremos siempre la hora visible aunque el teléfono esté en reposo y también aparecerá el siguiente evento que tengamos en el calendario. También en la parte inferior tenemos el indicador de batería o cuando suena una canción en la habitación, aparece el título de lo que está sonando. Es como un Shazam siempre activo.
La pantalla no ocupa todo el frontal del teléfono y mantiene unos marcos muy gruesos tanto en la parte superior como en la parte inferior. En la parte superior se justifican por un altavoz grande y por una cámara, pero en la parte inferior no hay demasiada justificación debido a que ahí no hay nada.
Lo que hace especial a este teléfono es que hayan metido una cámara tan buena en un teléfono barato. La cámara del Pixel 3 sigue siendo a día de hoy una de las mejores cámaras y está en línea con la del iPhone XS, Samsung Galaxy S10 y Huawei P30 Pro. Todos estos teléfonos incluidos el Pixel 3 son teléfonos de gama alta y tienen precios que superan la barrera de los 700$.
Al final estos teléfonos que he mencionado, tienen tal calidad de cámara que ya depende mucho de qué es lo que buscas en la cámara de un teléfono. En este Pixel 3a lo que te vas a encontrar es una cámara con colores reales cuando hay luz, una nitidez fuera de lo común y que lo acerca más a cámaras tipo DSLR o sensores de mayor tamaño, y un modo de retrato que aunque lo hace de forma digital crea un recorte bastante preciso separando el fondo del sujeto.
Cuando hay poca luz, emplea un modo especial “night shift” que logra sacar color donde no lo hay a través de la IA. Esto produce unas escenas que para el día a día son fuera de lo común y obtienen un resultado muy bueno. Las fotos que vas a lograr usando este modo no van a estar expuestas en una galería, pero sí que pueden estar perfectamente en la galería de tu teléfono para recordar esa fiesta a la que asististe el fin de semana.
Pero uno de los primeros recortes en el apartado fotográfico del Pixel viene en las cámaras delanteras, perdemos el sensor gran angular en las fotos con la cámara delantera y nos quedamos con la lente más tradicional.
A esto hay que sumarle que una de las cosas habituales de los Pixel era que podías almacenar las fotos con la calidad máxima de forma gratuita en la nube, pero no con este Pixel 3a. Sí que podremos usar Google Fotos para almacenar las imágenes, pero en la calidad comprimida; como la de cualquier otro teléfono.
Pero es en el procesador donde vemos uno de los recortes más grandes en el teléfono que sí puede llegar a afectar a medio plazo el rendimiento del dispositivo. Tenemos un procesador Snapdragon 670 frente al 845 que nos encontramos en el Pixel 3. Aunque en el día a día no sea una cosa que vaya a afectar nuestro rendimiento, con el tiempo podemos empezar a notar relentizaciones con el teléfono.
El Pixel 3 ha
tenido problemas de rendimiento incluso con un Snapdragon 845 y ya son algunos
los usuarios que se han quejado de esto; que es un caso que se repitió incluso
con el Pixel 2 XL por el tipo de memorias que usa.
Por eso no es descabellado pensar que algo similar pueda suceder en este modelo
más pronto que tarde.
De todos modos, siempre podemos confiar en que Google optimizará al máximo su sistema Android para hace que software y hardware se entiendan a la perfección; y que aunque no contemos con el hardware más puntero, el software sea capaz de exprimirlo. Un ejemplo de esto lo vemos en la batería que aunque solo es de 3.000 mAh, aguanta a la perfección día y medio de uso normal.
Esto lo logra mediante una gestión de la batería inteligente a través de la IA del teléfono que pone las tareas en segundo plano en reposo para evitar que haya un consumo excesivo del teléfono; e incluso es capaz de dar datos de cuánto tiempo te queda para que la batería esté completamente agotada.
Google es una empresa que por un lado vende publicidad a los anunciantes y por otro, ofrece productos y servicios al público general. Y uno de sus servicios más importantes es Android junto con su asistente Google Assistant.
Los Pixel tienen
la experiencia más pura de qué es lo Google entiende por Android, y eso es lo
que han intentado transmitir en este Pixel 3a en el que el asistente se
encuentra de forma omnipresente en cada uno de los aspectos del teléfono. No hay
rincón del Pixel en el que el asistente no encuentre su espacio. Particularmente
me recuerda a HAL 9000 que cada uno de los aspectos de la nave estaban siendo
gestionados por esta IA “amigable”.
A medida que usas el teléfono, Google Assistant aprenderá el modo en el que
puede serte de mayor ayuda. Además, uno de los compromisos de Google es prescindir
cada vez más del envío de datos a la nube, y poder gestionar prácticamente todo
desde tu propio teléfono para mantener en la medida de lo posible una mayor privacidad.
Google ha hecho lo que desde hacía tiempo se le había venido pidiendo: que creara un Pixel con el alma de Nexus. Algunas de estas cosas las ha dejado atrás como los materiales premium, un procesador a la altura de los más grandes o especificaciones del 2019; pero ha acogido otras como la inclusión de una de las mejores cámaras que hay en dispositivos móviles o un precio razonable para un teléfono que está a la altura de las circunstancias.
Creo que han acertado mucho con este Google Pixel 3a, y el enfoque que le han dado al teléfono: un móvil con una buena cámara para gente que no se quiere complicar más. Si eso es lo que estabas buscando en un teléfono Android, este teléfono es perfecto para ti. Si por el contrario buscas algo más, no es difícil encontrar el Pixel 3 por 100 dólares más, al menos aquí en Estados Unidos. Y por esa diferencia de precio, y ese salto en especificaciones, hace que el Pixel 3 sea aún más apetecible.