Ya os conté hace unos días como era la Xbox One S y la evolución respecto a la One clásica: más pequeña, con vídeo en 4K y en definitiva, más bonita.
Sin embargo, ¿cómo es compararla con PS4? Muchos de vosotros me preguntáis qué consola comprar y más ahora que se parecen tanto. Así que vamos a ponernos manos a la obra para elegir qué consola te conviene más a ti.
La antigua Xbox se veía horrorosa al lado de Playstation 4, más parecido a un VHS que al de una videoconsola de última generación, sin embargo, ahora, las dos tienen tamaños similares. Una es negra y con algunas partes brillantes y la otra es blanca y completamente mate.
Ambas se pueden colocar tanto tumbadas como verticales con un pie que se vende por separado en la PlayStation 4 o incluido como es en caso de la Xbox One S de 2Tb.
Personalmente el diseño de la Xbox One S me parece espectacularmente bonito.
Los mandos de Xbox One y de Playstation 4 son muy cómodos. Mientras que Playstation opta por incluir una batería de litio recargable, Xbox prefiere las pilas. Lo cual tiene sus desventajas, y si quieres añadirle una batería recargable tendrás que sumarle unos 25 euros al precio del mando. Aunque durará más debido a que la batería la podrás cambiar por otra cuando el rendimiento comience a bajar.
Los dos mandos son cómodos y tienen un buen agarre. Quizás mi favorito sea el de Playstation 4 pero porque estoy más acostumbrado al Dualshock. Aunque no he tardado nada en reconocer las bondades del de Xbox.
En cuanto a refrigeración, Playstation 4 coloca los ventiladores en la parte posterior de la consola por lo que es necesaria una buena ventilación de la zona para disipar el calor. Además, está formado por diferentes ventiladores que cuando se sobre calienta la consola hacen mucho ruido. La Xbox One S tiene el ventilador en la parte superior mejorando así la ventilación de la máquina.
No coloques ningún objeto sobre la consola ya que entonces no dejarás salir el calor de la consola.
Suele ser noticia en los blogs que Xbox One no llega a los 1080 pixeles de resolución a los que sí llega PS4 y que se suele quedar en cantidades como los 940 píxeles. Sin embargo, más allá de números vacíos. Esta carencia de resolución no se nota, al menos, mi ojo no lo nota. Lo mismo ocurre con los frames. Sin embargo el nuevo modelo de Xbox One S tiene los trames desbloqueados por lo que aumentará la tasa según lo requiera el propio juego asemejándose así más a la estructura de un PC. Además, no olvidemos el HDR en juegos que es una de las grandes bazas de la consola, aunque con la actualización de PlayStation 4, también esta contará con HDR.
Ambos permiten la reproducción de blurays y contenido multimedia, sin embargo Xbox One S ha ido un paso más allá con la revisión de esta consola: ha añadido el 4k a la reproducción de vídeos. Así que si estas suscrito a Netflix, podrás ver House of Cards en 4K para sentir bien de cerca la tensión política.
La reproducción en 4K de contenido digital también estará en PlayStation 4 Pro, aunque la consola de Sony no tendrá Bluray 4K. Parece que se queda a medio camino.
Los dos ofrecen servicios de suscripción mensual. Xbox Gold y PlayStation Plus que regalan juegos todos los meses. Xbox suele regalar dos juegos para la One y otros dos juegos para 360, pero los de 360 son retrocompatibles con One, así que es como si tuvieras 4 juegos en lugar de 2. Playstation Plus regala unos 6 juegos mensuales, depende de cada mes, dos para Playstation 4, dos para Playstation 3 y dos para PS Vita. Aunque los de PS vita son más bien anecdóticos.
Personalmente, los juegos que están regalando últimamente Xbox Gold están muy bien. Además, cuenta con otro servicio de suscripción de EA Access por 24 euros al año que te permite jugar a juegos como Fifa 16, Unravel o Battlefield 4 con lo que ellos llaman “El baúl”, una especie de colección permanente que van incrementando poco a poco.
Como vemos, las dos se parecen muchísimo, sin embargo, lo que hace que te decantes por una consola u otra son los juegos. Y aquí, esta generación ha sido bastante curiosa. PlayStation 4 este año está de enhorabuena porque ha lanzado uno de los mejores juegos de la generación, Uncharted 4 que ha hecho que la consola alcance sin mucho esfuerzo los 40 millones de unidades, eso, y otros juegos como Bloodborne, la remasterización de The Last of Us o el futuro The Last Guardian.
Como gran pelotazo del año, esperan lanzar PlayStation VR, unas gafas de realidad virtual que prometen una experiencia más inmersiva en el juego y que está recibiendo un buen apoyo por parte de las desarrolladoras como Square Enix y Capcom. Además de sus títulos first party.
Sin embargo, Xbox no se queda atrás y si el año pasado vimos como se marcaba un tanto con la exclusiva temporal de Rise of the Tomb Raider, y el lanzamiento de Halo 5. Este año quiere repetir jugada con Forza Horizon 3 y Gears of War. Además, de probar suerte con una nueva IP, Recore.
En definitiva, PlayStation tiene un catálogo más variado gracias al apoyo de las third parties japonesas, sin embargo, las dos tienen prácticamente el mismo tipo de juego multiplataforma, y en los first party quizás Microsoft esté apretando el acelerador.
Los de Redmon apuestan por una integración de Xbox y PC con eso que llaman Play it Anywhere, que permite el cross-save y cross-buy entre los ordenadores con Windows 10 y la Xbox.
Sin embargo, PlayStation también quiere controlar su entorno, y por eso nos permite el juego a distancia con PS Vita, que a mi particularmente me parece una gozada, tanto por la consola en sí como la calidad con la que se emite la señal.
El futuro de ambas consolas es bastante polémico porque Microsoft ha anunciado el fin de las generaciones con Scorpio y con One S, dos consolas que convivirán y que compartirán catálogo pero no funcionalidades. PlayStation hará lo propio con su nueva consola, PlayStation Pro y PlayStation 4 seguirá ahí en un formato más pequeño.
En caso de que seas sensible al precio, Xbox One S comienza en los 299 euros, 500 Gb de capacidad y un juego con el pack, mientras que PlayStation 4 Slim, la sucesora de la original, parte del mismo precio, con la misma capacidad pero sin las funcionalidades 4K y sin juego. Sin embargo, la gran competidora de Xbox One S, el modelo Pro, cuesta 400 euros la versión de 1Tb y viene también sin juegos y no cuenta con Bluray 4K.
Al final, la elección de una consola u otra depende de cual es la que mejor se adapta a tus gustos e incluso del tipo de tele que tengas. Si tu tele es 1080p, quizás los modelos anteriores de consolas sean suficientes para ti. Pero si tienes una tele 4K, Pro o Slim S son tu firme elección hasta que no tengamos noticias de Scorpio. Ahora te toca a ti ver cuántos títulos de cada una te llaman más la atención y decidir con sangre fría y no tanto por eslóganes, porque el mayor poder que tiene el consumidor es la capacidad de decidir donde invertir su tiempo y su dinero.